Hace no tanto tiempo, las tarjetas revolving se anunciaban con este nombre sin mayores problemas. Sin embargo, con el paso del tiempo algunos de estos productos han adquirido mala fama debido a sentencias de usura, problemas con algunas jurisdicciones financieras, etc. No han desaparecido, porque son un producto legal, pero si han modificado la forma en la que se nos presentan.
Recordemos que en países como España (entre otros) este tipo de productos financieros generaron sentencias firmes en las cuales se les llegó a acusar de usura, y, de hecho, en algunos casos tuvieron que realizar devoluciones masivas del cobro de intereses en comisiones de demora fundamentalmente.
¿Cómo funciona el crédito revolving en la actualidad?
Pues realmente no ha cambiado mucho respecto a cómo funcionaba en un pasado reciente. Se trata de créditos permanentes asociados a una tarjeta que, a medida que vamos abonando lo dispuesto (más los intereses) nos vuelve a reactivar el crédito amortizado.
De esta manera, podemos disponer de una suerte de línea de crédito personal que vamos aplicando en función de lo que necesitamos.
Hasta aquí el resultado es realmente interesante y puede ser bueno ya que, efectivamente, si alguien necesita financiación puede acudir de manera más o menos constante. El problema es doble:
- Intereses elevados
- Comisiones muy altas en caso de impago
Intereses elevados en las tarjetas revolving
Los intereses en un crédito revolving son muy superiores a los de cualquier otro producto financiero. Estamos hablando que pueden llegar a aplicar de media intereses con hasta 10 puntos porcentuales o más por encima de los de una tarjeta de crédito convencional, que ya de por sí son caras.
Si lo comparamos con un préstamo personal, este tipo de créditos puede multiplicar por tres e incluso hasta por cinco el coste de intereses.
Lógicamente, se trata de un producto de financiación muy caro proporcionalmente. Y que puede utilizarse con la ventaja de tener esa suerte de línea de crédito como arma principal, y también, porque suelen tener una concesión más sencilla y con menos requerimientos.
Cómo se presentan las tarjetas revolving
En la actualidad estas tarjetas se presentan de manera más discreta. En general ya no son productos tan agresivos y, además, suelen invocar a los límites de crédito. Es decir, a que en función de los ingresos del usuario los límites de crédito sean unos u otros. Esto, en cualquier caso, es más publicitario que otra cosa.
En general, las compañías prestatarias de este tipo de productos, tienen muy estudiado el perfil medio de usuario de una línea de crédito sobre tarjeta. Es alguien con ciertos problemas financieros a la hora de solicitar un préstamo personal, y que acude a estas tarjetas como una herramienta de solución inmediata.
Hasta aquí todo está bien, si quieres un servicio rápido y con menores requerimientos de solicitud, tienes que asumir un mayor coste por él. El problema viene dado cuando, si por un casual, cometes un impago. En esta situación los costes se van a multiplicar ya que las comisiones son realmente elevadísimas y, como veíamos anteriormente, pueden rozar la usura.
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